jueves, diciembre 15, 2011

Uvita



Estamos terminando el año, como todo el mundo. Y como todos, corriendo con las fiestitas, las despedidas, los cierres. Ayer tuvimos una deliciosa fiesta de jardín de infantes. A Matilda, de salita de tres, le tocaba actuar de uvita.
Estaba preciosa con su disfraz. Ella, fascinada entre tanta cosa inflada.


Claro, no tuvimos en cuenta (tuve, porque yo le até los globos) un pequeño detalle: que tenía que bailar! Pobre, la mitad de la actuación se la pasó boqueando entre tantos globos, mi vida!!! Pero ella, fascinada. Fue la uva más linda que hemos visto alguna vez.





jueves, noviembre 17, 2011

Pedido insólito

"¿Mamá?", dice Joaquín. "Ahora que sabés cuidar un perrito y las plantas, podés tener otro hijito. Yo quiero un varón".

Mirá vos, el títutlo habilitante era el perro, no los tres cachorros que tengo.

domingo, octubre 23, 2011

Cómo pasa el tiempo....

Vamos a menudo a la granja. Y, como pasa siempre en la vida, nos encontramos con los mismos amigos de siempre. Nosotros no somos siempre los mismos, pero el jugo a la vida se lo seguimos tomando a borbotones, todos los días.

Joaquín, con su amigo allá por 2009; y ahora en 2011.

































La brujita con su sobrina, y ahora con su hijito...
































La abuela mimando a Matilda, y repartiendo esos besos intensos también a Rocío.





























Matilda husmeando secretos del vecindario con las gallinas...




Y preguntando ahora cómo les fue de amores en los últimos dos años.


martes, octubre 11, 2011

Habemus pichichus



De mi parte, yo ya había concedido el sí. Felipe se atajaba con un "ya veremos". Estábamos esperando, quizá sin confesarlo, que él nos encontrara a nosotros. Y así fue. El lunes salimos con Joaquín a disfrutar del sol hermoso de la mañana en bicicleta. Paramos donde un hombre tenía muchos perros, Joaquín se baja a tocarlos y vuelve con los ojitos humedecidos y un pompón negro entre las manos: "Mami, me lo regaló..." A mí también me enamoró. Preguntamos tamaño futuro (nos prometieron que será chiquito, algo que dada nuestra supina ignorancia no podíamos ni siquiera refutar), lo consulté telefónicamente con Felipe y volvimos hasta con una moción de nombre: Pichí. Las nenas cuando lo vieron se desesperaron. Matilda lo acuna como si fuese un bebé, Rocío lo persigue y le dice "totúuuuuu" (como a la tortuga), a la tortuga no le gustó ni medio compartir el patio y nosotros... por ahora felices con el cachorrito.
Ayer creímos que era hembra, hoy Gabriela nos dice que no, que es varón... Y fuimos al veterinario con la lista de dudas que escribió Joaquín (excusa para un dictado) y nos olvidamos de preguntar qué es.... Igual, Pichí sirve para las dos.
Quién iba a decir que yo, que crecí sin perro, iba a estar tan feliz con la bolilta de pelos.

lunes, agosto 22, 2011

Olores

Él me llama con urgencia al baño. Pasamos, cierra la puerta. "Olé", me pide.
("qué macana se habrá mandado"... pienso).
"Decíme má qué es, porque es el mismo olor que había en el campamento y no quiero que se me vaya".


...
No crezcas nunca, Joaquín de mi alma.

domingo, julio 31, 2011

Me gusta mi mamá

Estábamos en la cocina, ella dibujaba, Joaquín armaba y desarmaba un auto; Rocío daba vueltas. De pronto levanta la vista y con unos ojos infinitamente perdidos en la nada sentencia: “A mí me gusta mi mamá”.

Así, del fondo de su alma. De esa pequeña cabecita de tres años y medio, seducida quizás por el aroma de chocolatada y tostadas que estaba preparando, cantando por enésima vez el CD de la reina batata.
Matilda encontró las palabras más sinceras y simples con que se puede nombrar el milagro que supone una mamá que la cuida y una hija a la que le gusta su mamá. Mucho.

Y la cosa viene a ser que la mamá nombrada soy yo. Qué importan los kilos de más, la panza que quedó como para jugar al elástico, lo que uno ya no tiene más tiempo de
hacer. Yo la abracé y me la comí a besos. A mí también me gusta mi Matilda. Infinitamente.

lunes, mayo 09, 2011

Un añito!!!



Y sí, Rocío cumplió un añito el sábado. Recordé todo el día cómo fue la llegada al mundo de esta bebé tan buena, tan independiente y tan feliz como es nuestro pimpollo. Es pura carcajada. Y está por demás de integrada a los mayorcitos: hoy encontraron el sapo, nuestra mascota que tiene clara que su vocación en la vida es esconderse. La cuestión es que apareció cuando se llevaron el pelotero. Joaquín y Matilda pusieron al pobre bicho en el banco para tocarlo, hacerlo saltar y jugar. Bueno, ella estaba ahí, con su dedito ínfimo, tocando también al pobre batracio... hasta que la madre se solidarizó y lo llevó a la cucha (al trío galleta, jejeje).
El sábado hubo fiestita, estaba toda la gente que queremos muuuuuucho (aunque faltaban muchos tíos) y ella, princesa total, disfrutó la fiesta a más no poder y se volvió loca con las golosinas y tutucas en una mesita a su altura. La abuela Gra se lució con unos monos, vacas y canguras hechas a mano que fueron el deleite de la cumpleañera...





lunes, abril 11, 2011

Despedida

La primera vez que me fui dos días sola de casa fue en 2005, a los 11 meses de Joaquín. Una viaje de trabajo a Mar del Plata fue la excusa perfecta para dejarle de dar la teta. La segunda vez fue este fin de semana, que viajé a hacer rafting a Mendoza con unas amigas, también con el objetivo de suspender la teta. Ya nos encaminamos al añito y la verdad, Rocío sólo toma a gusto la teta de las 6 de la mañana, pero hay noches en que las que se despierta a cada rato sólo para hacer chup-chup y seguir durmiendo. En el día, hurga y busca todo el tiempo para lo mismo: chup-chup y ya está, traéme mami las milanesas y la pizza.
Antes de irme le dí un poquito… pensando en que era la última. Me subí al taxi y me largué a llorar. Para cuando llegué a la plaza donde estaba el colectivo, era un mar de lágrimas y de angustia. Me miraban como si me hubiera pasado algo grave, o como una trastornada que no se aguanta dejar los chicos 48 horas.
Pero no era (sólo) por eso: era la despedida de la lactancia, de ese momento mágico en el que uno es todo para ese bebé que sólo sabe devolverte la mirada más infinita que uno haya contemplado jamás.
Es la entrega mutua, el placer de olerse, de sentirse, de tocarse. Es el dar y el agradecer, sin límites, como si nada más importara en el mundo.
No está en mis planes tener más bebés, así que el adiós fue profundo, doloroso y necesario también, porque la vida avanza y porque mi Rocío va creciendo sana, fuerte y cantarina como un cascabel. Es una etapa de ambas que se cierra, pero especialmente mía, como madre y mujer que disfrutó a más no poder de darle mucha teta a sus bebés. Buahhhhhhhhhhhhhh!!!

martes, marzo 01, 2011

Miradas




Volvimos de vacaciones, empezamos las clases, retomamos el trabajo. Arrancó 2011.
Nos divertimos mucho. Como pareja, como familia, como mamá, como un chico más.
El mar siempre es mágico. Uno mira las olas y esa armonía inunda todo: la mirada, los abrazos, las sonrisas. No me canso nunca de mirar el mar. Y si algo hice mucho este verano es mirar. Miré mucho mucho a mis hijos, con esa contemplación que te absorbe, en la que perdés toda noción del tiempo. Y te sorprendés sonriendo cuando sonríen, les mirás al detalle todos los gestos, lo que hablan, lo que se dicen. Es esa mirada casi indiscreta en donde te colás para verlos, algo tan simple y trascendental como eso: verlos. Están ahí, al lado nuestro, están creciendo, se ríen, prueban, se caen, se hablan, disfrutan, se relajan
Tengo los ojos de mis hijos pegados en los míos. Espero que dure mucho.

jueves, enero 20, 2011

Y pasó el Ratón Pérez!


Es el tercero, pero el más importante. La ventanita de arriba, de mi hijito que crece.

sábado, enero 15, 2011

Antes de que se nos vaya la ñ (por María Elena Walsh, que se nos fue)

La culpa es de los gnomos, que nunca quisieron ser ñomos.
Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos, los atenienses, el unicornio... Todos evasores de la eñe.
Señoras, señores, compañeros, ¡amados niños!... ¡No nos dejemos arrebatar la eñe!

Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración.
Ya nos redujeron hasta el apócope.
Ya nos han traducido el pochoclo (pop corn).
Y como éramos pocos, la abuelita informática, ha parido un monstruoso # en lugar de la eñe, con su gracioso peluquín.

Quieren decirme, ¿qué haremos con nuestros sueños?
Entre la fauna en peligro de extinción, ¿figuran los ñandúes y los ñacurutuces?
En los pagos de Añatuya, ¿como cantarán Añoranzas?
¿A qué pobre barrigón fajaremos al ñudo?
¿Qué será del Año Nuevo... El tiempo de ñaupa...?
Aquel tapado de armiño, ¿y la ñata contra el vidrio?

¿Y cómo graficaremos la más dulce consonante de la lengua guaraní?

"La ortografía también es gente", escribió Fernando Pessoa.Y como la gente, sufre variadas discriminaciones.
Hay signos y signos, unos blancos, altos y de ojos azules, como la W o la K...
Otros, pobres morochos de Hispanoamérica, como la letrita segunda; la eñe, jamás considerada por los monóculos británicos, que está en peligro de pasar al bando de los desocupados, después de rendir tantos servicios y no ser precisamente una letra ñoqui.

A barrerla, a borrarla, a sustituirla, dicen los perezosos manipuladores de las maquinitas, sólo porque la ñ da un poco de trabajo.
Pereza ideológica, hubiéramos dicho en la década del setenta.
Una letra española es un defecto más de los hispanos, esa raza impura formateada y escaneada, también por pereza y comodidad.
Nada de hondureños, salvadoreños, caribeños, panameños... ¡Impronunciables nativos!...

Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece.
Algo importante, algo gente, algo alma y lengua, algo no descartable, algo propio y compartido, porque así se nos canta.
No faltará quien ofrezca soluciones absurdas: escribir con nuestro inolvidable César Bruto, compinche del maestro Oski. Ninios, suenios, otonio... Fantasía inexplicable que ya fue y preferimos no reanudar, salvo que la Madre Patria retroceda, y vuelva a llamarse Hispania.

La supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software.
Luchemos para no añadir más leña a la hoguera, donde se debate nuestro discriminado signo.
Letra es sinónimo de carácter...
¡Avisémoslo al mundo entero por Internet!

miércoles, enero 05, 2011

Matilda






Luminosa, fresca, independiente, cariñosa, imaginativa, bombón. Así está nuestra Matilda. Aquí, en su fiestita de cumple de 3. Les debía esta foto.