martes, marzo 01, 2011

Miradas




Volvimos de vacaciones, empezamos las clases, retomamos el trabajo. Arrancó 2011.
Nos divertimos mucho. Como pareja, como familia, como mamá, como un chico más.
El mar siempre es mágico. Uno mira las olas y esa armonía inunda todo: la mirada, los abrazos, las sonrisas. No me canso nunca de mirar el mar. Y si algo hice mucho este verano es mirar. Miré mucho mucho a mis hijos, con esa contemplación que te absorbe, en la que perdés toda noción del tiempo. Y te sorprendés sonriendo cuando sonríen, les mirás al detalle todos los gestos, lo que hablan, lo que se dicen. Es esa mirada casi indiscreta en donde te colás para verlos, algo tan simple y trascendental como eso: verlos. Están ahí, al lado nuestro, están creciendo, se ríen, prueban, se caen, se hablan, disfrutan, se relajan
Tengo los ojos de mis hijos pegados en los míos. Espero que dure mucho.

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