martes, agosto 12, 2008

Maravilla




Todavía me parece increíble. Los miro, los toco, los repaso, los respiro, los huelo, los beso, los acaricio. Aún no puedo creer que sean mis hijos. Que los haya llevado en mi cuerpo, que me digan mamá, que por toda la vida vayamos a tener una conexión tan profunda y especial que quedará al margen de cualquier circunstancia. Me parece demasiada maravilla para un ser humano, para una pareja, ser la responsable del cuidado de tanta perfección. A veces cuando duermen los escucho respirar y me imagino sus corazoncitos, la sangre fluyendo, tanta perfección en cuerpitos tan diminutos. Y me confieso agradecida a la vida por la bendición de que estas dos almitas me digan mamá. Aunque todavía, a veces, me cuesta creerlo.

2 comentarios:

Verónica Tirados dijo...

Hola Laura:
Que bien que describiste en este post tus sensaciones. Me encantó!!
Comparto esa sensación de no poder creer que los hijos son nuestros hijos. Increíble esa conexión y esos seres que hemos sido capaces de crear y ahora nos abocamos a criar.

Besos.
Vero

gringa dijo...

Que hermoso post!!!despues de 8 años sigo reviviendo el dìa que nacio mi gorda,es increible,hoy la miro cuando duerme y siento ese olorcito a bebe,crecen tan rapido!!!que duele...
El escucharla 1000 veces al dìa decir mamà,me llena de satisfaccion,saber que ella me realizo como madre,es dificil de explicar la sensacion y sentimientos que despiertan en uno,besossssss