Hola gente!!! Este sábado arrancamos con un proyecto que hace tiempo me daba vueltas en la cabeza. Son encuentros en la plaza del barrio. Invitamos a los chicos de la zona a hacer una actividad. Este sábado arrancamos con dibujos, y se engancharon un montón, pese a que casi nadie sabía de esto.
A mi hermana, como siempre, le encantó la idea y estuvo ahí; y sé que estará las próximas... porque la idea es hacerlos regularmente, para enseñarle a los chicos a querer y cuidar nuestra plaza. Yo ya me imagino un montón de cosas, aunque el sueño final es poder juntar plata para sumar más juegos.
Con algo arrancamos.... y de paso, estrenamos un nuevo blog. Lo pueden ver acá:
http://nuestraplaza.blogspot.com/
lunes, abril 20, 2009
domingo, abril 12, 2009
Mala persona
Nos fuimos el finde a Traslasierra. Días pintados, de postal, con un sol que nos dio hasta para tirarnos a la pileta (con un poco de coraje, claro), pero nadie diría que en este otoño todavía tengamos 35°. El sábado a la mañana salimos de "investigadores", como decimos con Joaquín cuando nos vamos a recorrer lugares nuevos y tuvimos la ocasión de sorprendernos ante lo miserable que pueden ser algunas personas.
Después de tirar barquitos de hojas secas en una acequia, teníamos que cruzar un arroyo pequeño. Yo cruzo el puentecito y él, que iba en la bici, cruza por el vado. De frente venían dos mujeres con un cocker, el perro se detiene a tomar agua y cuando Joaquín pasa, le muerde la pierna. El gritó y empezó a llorar, yo lo agarro, le miro la pierna y lo empiezo a mojar con agua. Una de las mujeres, que era la dueña del perro, siguió caminando como si no pasara nada. Yo le grito "señora, su perro mordió a mi hijo" y ni se inmutó. Siguió sin darse vuelta!!
Yo dudaba entre correrla a cascotazos o consolar a Joaquín.
Entonces me la agarré con la segunda mujer que había quedado de este lado del arroyo. Le pregunto si sabía adónde vivía. "Es mi patrona", me dice. Para qué...
"Ahhh, qué buena gente, ni siquiera se detiene a pedir disculpas, ni nada.... bla bla bla", me descargué.
Confieso que no pasé a mayores porque no le salía sangre, era un buen moretón y la marca del diente, pero no había desgarro la piel.
La cuestión es que la mujer me dijo que siempre era así la señora, que resulta ser que es doctora, de apellido Aguilar, partera (qué humana para esa profesión), y que atiende en la ciudad de Córdoba, de donde somos nosotros.
"Disculpe señora, usted no tiene nada que ver, es buena gente", le dije cuando nos fuimos a la señora, una lugareña que tuvo la gentileza de quedarse.
Esas cosas pueden pasar, pero no hay excusa como para no detenerse a ver qué es lo que le había pasado a una criatura. "¿Por qué me mordió el perro?", decía Joaquín. "Es que algunos son tan malos perros como sus dueños, que son malas personas". Le quedaba demasiado grande ese lugar, tan lleno de paz, a esta tal señora Aguilar. En algún momento se lo voy a decir.
Después de tirar barquitos de hojas secas en una acequia, teníamos que cruzar un arroyo pequeño. Yo cruzo el puentecito y él, que iba en la bici, cruza por el vado. De frente venían dos mujeres con un cocker, el perro se detiene a tomar agua y cuando Joaquín pasa, le muerde la pierna. El gritó y empezó a llorar, yo lo agarro, le miro la pierna y lo empiezo a mojar con agua. Una de las mujeres, que era la dueña del perro, siguió caminando como si no pasara nada. Yo le grito "señora, su perro mordió a mi hijo" y ni se inmutó. Siguió sin darse vuelta!!
Yo dudaba entre correrla a cascotazos o consolar a Joaquín.
Entonces me la agarré con la segunda mujer que había quedado de este lado del arroyo. Le pregunto si sabía adónde vivía. "Es mi patrona", me dice. Para qué...
"Ahhh, qué buena gente, ni siquiera se detiene a pedir disculpas, ni nada.... bla bla bla", me descargué.
Confieso que no pasé a mayores porque no le salía sangre, era un buen moretón y la marca del diente, pero no había desgarro la piel.
La cuestión es que la mujer me dijo que siempre era así la señora, que resulta ser que es doctora, de apellido Aguilar, partera (qué humana para esa profesión), y que atiende en la ciudad de Córdoba, de donde somos nosotros.
"Disculpe señora, usted no tiene nada que ver, es buena gente", le dije cuando nos fuimos a la señora, una lugareña que tuvo la gentileza de quedarse.
Esas cosas pueden pasar, pero no hay excusa como para no detenerse a ver qué es lo que le había pasado a una criatura. "¿Por qué me mordió el perro?", decía Joaquín. "Es que algunos son tan malos perros como sus dueños, que son malas personas". Le quedaba demasiado grande ese lugar, tan lleno de paz, a esta tal señora Aguilar. En algún momento se lo voy a decir.
miércoles, abril 08, 2009
Pensar la infancia
El doc de los chicos, Enrique Orschanski, presentó su primer libro: Pensar la infancia.
Bello, original, con un poco de letra de padre, de pediatra, de ciudadano, de hombre. Fue en el cabildo histórico de la ciudad, en una noche hermosa con mucha gente linda. Fuimos todos y Joaquín no le perdió pisada a "su" doc.
Tuve el honor de ser una de las presentadoras, junto a dos grandes (Daniel Quiroga y Liliana González), y la verdad es que me emocionó mucho la distinción y el hecho de poder gritar a los cuatro vientos que paremos, que escuchemos, que disfrutemos, que no aceleremos, que no les robemos tiempo al juego, que no los estresemos, que no les marquemos anticipadamente el pulso de adultos, que le demos más barro y menos teclados.
Tuve la certeza de que muchos compartían este grito. Y que está bueno que pensemos la infancia.
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