Paciencia, mami...

Joaquín está a tres meses de cumplir tres años y esta edad es una delicia. Habla mucho, bastante clarito (al menos para nuestros oídos), te sigue una conversación, te atormenta preguntando ¿porté? -esto es literal, porque no te deja terminar una frase sin decirlo- y tiene unas salidas que nos hacen matar de la risa. El sábado estábamos por ver una película de dibus (bajada de Internet). Al inicio tenía unas placas fijas feas y yo digo "Qué pasa con esto, que no avanza" y él sentencia: "Paciencia, mamá, paciencia...". O va al baño a hacer pis y copia lo que yo le exagero, entonces lo escuchás desde la cocina diciendo: "Ahhh, qué alivio!".