Mucho trabajo, cerrando algunas cuentas pendientes, viajando bastante. Estamos bastante atareados, disfrutando de esta vida tan linda. Pero les dejo una foto: el panorama en la costa de Puerto Madryn era sublime: una ballena iba y venía a metros de la orilla.
Él la saludó, la miró un ratito y siguió con lo que es la pasión de su vida: jugar con arena. La ballena, desconcertada...
miércoles, agosto 19, 2009
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